Memorias de alta mar
- Un héroe que entregó su vida a la mar
- Eric Tabarly
- libro
- rústica
- 230
- 22x15 cms
- 84-261-3105-0
Estas memorias no constituyen un relato más sobre la competición en alta mar, las maniobras de a bordo, la embestida de las olas, las vicisitudes de mástiles y velas... Por primera vez, Tabarly, un hombre reservado, silencioso y taciturno por momentos, rompe su discreción habitual y decide hablar. Habla de su vida, de su infancia, de sus años de aprendizaje. Explica sus experiencias en la Escuela Naval francesa, en Marruecos, en Indochina, y sobre todo manifiesta su pasión, única y absoluta, por un barco, el «Pen Duik», para siempre ligado a su trayectoria personal.
Inventor genial e infatigable, Tabarly le dio varios sucesores a su primer velero con los que alcanzó victorias en competiciones y dio la vuelta al mundo en solitario.
En estas páginas van apareciendo navegantes por entonces desconocidos, que se formaron con él y que más tarde se harían también famosos. Pero vuelve siempre a su viejo «Pen Duik», milagrosamente conservado y centenario en 1998. Lo que Tabarly no sabía es que el año 1998 sería también el año de su desaparición en alta mar, y que su último libro serían sus últimas memorias, su testimonio definitivo abordo de sus veleros, sus compañeros de vida.

- libro
- rústica
- 230
- 22x15 cms
- 84-261-3105-0
Estas memorias no constituyen un relato más sobre la competición en alta mar, las maniobras de a bordo, la embestida de las olas, las vicisitudes de mástiles y velas... Por primera vez, Tabarly, un hombre reservado, silencioso y taciturno por momentos, rompe su discreción habitual y decide hablar. Habla de su vida, de su infancia, de sus años de aprendizaje. Explica sus experiencias en la Escuela Naval francesa, en Marruecos, en Indochina, y sobre todo manifiesta su pasión, única y absoluta, por un barco, el «Pen Duik», para siempre ligado a su trayectoria personal.
Inventor genial e infatigable, Tabarly le dio varios sucesores a su primer velero con los que alcanzó victorias en competiciones y dio la vuelta al mundo en solitario.
En estas páginas van apareciendo navegantes por entonces desconocidos, que se formaron con él y que más tarde se harían también famosos. Pero vuelve siempre a su viejo «Pen Duik», milagrosamente conservado y centenario en 1998. Lo que Tabarly no sabía es que el año 1998 sería también el año de su desaparición en alta mar, y que su último libro serían sus últimas memorias, su testimonio definitivo abordo de sus veleros, sus compañeros de vida.